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- Tags: colchon, historia, origen, evolucion, tipos, inventor
¿Conoces la historia del colchón?, ¿Os imagináis durmiendo cada noche sin vuestro querido compañero de sueños? pues hoy te lo contamos todo.
Pensaréis que el colchón lleva toda la vida con nosotros y no estáis muy desencaminados, ya que nuestros orígenes del primitivo ya usaban montones de hojas secas, pieles de las cazas que conseguían o cualquier otro material que sirviera para poder descansar en algo más tierno que el duro suelo.
Cuenta la leyenda que los primeros colchones de la historia se formaban rellenando de materiales como paja, lana, hojas o cualquier cosa que sirviera para dar un poco de “ternura”.
Estos primeros colchones finalmente se convertían en una morada de todo tipo de insectos, así que debían de ser ventilados constantemente.
Griegos y romanos comenzaron una nueva era del descanso, ya que contaban con colchones, ahora sí rellenos de plumas de ganso y oca o de esponjas, más similares a los que usamos a día de hoy. Fueron los romanos los que inventaron algo que todos hemos querido probar en alguna ocasión: las camas de agua.
Viajando hasta el Renacimiento
Fue ya en el Renacimiento cuando perfeccionaron el sistema.
Las clases medias y altas contaban con unas fundas de terciopelo o seda rellenos de paja colocadas sobre mallas hechas de cuerda de soga, a modo de somier.
Si fueron los romanos los inventores de la cama de agua, fue en el siglo XVI en Francia cuando se inventó ese maravilloso colchón que nos saca de un apuro pero que suele durar más bien poco: el colchón de aire. Aunque ellos lo usaban más para reposar los pies.
Unos siglos después, en Reino Unido, idearon los primeros colchones de muelles, aunque estos no cuajaron mucho debido a la incomodidad de los que se usaban entonces, ya que no se prensaban como los de hoy en día.
Los muelles con forma de cono, más similares a los que usamos en la actualidad, se confeccionaron en la década de 1850. Estos permitían una compresión más sencilla y cómoda para los colchones.
Hemos de remontarnos al cercano siglo XX para encontrar una profesión llamada colchonera.
Este señor se dedicaba a viajar por los pueblos para airear, rellenar y ahuecar los colchones de lana, ya que por entonces eran los más usados en gran parte de Europa.
¿Imaginas que alguien llegara a tu casa a darle golpes a tu colchón?
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Los muelles con forma de cono, más similares a los que usamos en la actualidad, se confeccionaron en la década de 1850. Estos permitían una compresión más sencilla y cómoda para los colchones.
Fueron los estadounidenses allá por 1925 los creadores de uno de los colchones más famosos en la época, los del fabricante Simmons.
En los años 50 comenzaron a aparecer los colchones de espuma de poliuretano, y comenzaron a hacerse populares los picados de espuma.
El colchón de látex que puede parecer relativamente contemporáneo comenzó a usarse allá por los años 60, mas en ese momento no tuvieron demanda apenas.
Una década después, los colchones de muelles que ya si tenían cierto nivel de comodidad coparon el mercado y se convirtieron en el tipo de colchón más demandado.
Los colchones de muelles han sido dueños del mercado hasta hace muy poco, cuando el látex hizo aparición de nuevo y comenzó esta vez sí, a ser demandado por el público.
Después, han llegado otro tipo de materiales como bultex, airvex, eliocel, visco elástica y tantos otros; dejando a los colchones de muelles como un mercado ya secundario.
El colchón es un aliado imprescindible para nuestro descanso. En él pasamos, o al menos deberíamos hacerlo, un tercio de nuestra vida, por lo que comprar uno debe ser una decisión meditada y basada en el conocimiento de todos los tipos de colchones que tenemos en el mercado.
Ya conoces la historia de los colhones, ahora te vamos a dar algunos consejos para elegir el colchón perfecto para ti:
- Si escoges un colchón demasiado blando, al final terminaras con agujetas y dolores varios.
- Si escoges un colchón demasiado duro, tus músculos y huesos se resentirán con el tiempo.
- Lo ideal es dormir en un colchón firme, con una terminación blanda, para que nuestro cuerpo descanse sin sufrir tensiones innecesarias. No obstante, en breve escribiremos un artículo con recomendaciones y pros y contras de cada material.
Si tienes cualquier duda nuestros expertos de Colchoness® te ayudarán a elegir el ideal, sólo llámanos y te guiamos en el proceso.